
El uso de las soluciones de precisión para la prevención de las enfermedades cardiovaculares
por TAILORYOU SL
por TAILORYOU SL
La esperanza de vida humana global se ha incrementado en las últimas décadas. Como resultado, ha aumentado la posibilidad de presentar fenotipos perjudiciales relacionados con el envejecimiento, incluidas disfunciones y enfermedades, durante la vida de una persona. Tanto la salud como el envejecimiento son consecuencias sociales y culturales además de estar determinados biológicamente.
Los genes tienen un peso muy importante en muchas de nuestras características. Por eso, la presencia de mutaciones que alteran funciones de genes puede derivar en problemas de salud o en la aparición de enfermedades como las enfermedades cardiovasculares (ECV), entre muchas otras.
Por esta razón, queremos contar cuál es el papel de los genes en las enfermedades cardiovasculares y por qué la incorporación de la genética en la práctica clínica de la cardiología ha supuesto una oportunidad en la prevención de estas enfermedades.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en todo el mundo. Constituyen un grupo de trastornos que afectan al corazón y los vasos sanguíneos que incluyen cardiopatías coronarias, enfermedades cerebrovasculares y cardiopatías reumáticas.
Prácticamente todas las defunciones por enfermedades cardiovasculares se deben a cardiopatías coronarias y accidentes cerebrovasculares, y una tercera parte de esas muertes ocurren prematuramente en personas menores de 70 años.
Podríamos clasificar los factores de riesgo que influyen en el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares en dos grandes grupos.
Factores de riesgo claramente MODIFICABLES, como una dieta no saludable, sedentarismo (falta de actividad física), tabaco y consumo elevado de alcohol. Los efectos de estos factores conductuales de riesgo pueden manifestarse en forma de:
Está demostrado que cambios en el estilo de vida y una dieta saludable reducen el riesgo de ECV, aunque en algunos casos también existe predisposición genética.
Factores de riesgo NO MODIFICABLES como el sexo, la edad avanzada y factores genéticos.
Tener en cuenta estos factores de riesgo, aunque no se puedan modificar, es importante para prevenir muchas enfermedades cardiovasculares. Así, llevar un estilo de vida saludable es, en muchos casos, la mejor forma de reducir el riesgo a tener una enfermedad cardiovascular.
Sin embargo, estos factores de riesgo no explican la totalidad del riesgo atribuible, y por ende, son insuficientes para explicar el origen de ECV. Es así como el uso de métodos de análisis genético, han contribuido a la identificación de polimorfismos de un solo nucleótido (SNPs) asociados con el riesgo de enfermedades cardiovasculares. A su vez, estos enfoques han permitido determinar nuevas posibles rutas patológicas de la enfermedad, contribuyendo a identificar poblaciones susceptibles al riesgo.
En cuanto a la genética, se trata de una vía en creciente desarrollo que podría revelar numerosas relaciones entre los diferentes genes, sus alelos respectivos y las ECV. La alteración de ciertos genes tiene un papel muy importante en el desarrollo de algunas enfermedades cardiovasculares. Por este motivo, la genética tiene múltiples aplicaciones en el ámbito de la cardiología.
Actualmente, los procedimientos de análisis del ADN nos permiten acceder al diagnóstico molecular de las alteraciones genéticas que predisponen al padecimiento de enfermedades cardiovasculares. Mediante técnicas basadas en la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), que posibilita la amplificación de fracciones específicas de ADN a partir de muestras biológicas, pueden detectarse de modo precoz variables genéticas que condicionan el riesgo cardiovascular.
Investigaciones epidemiológicas han reportado gran número de genes y cientos de SNPs involucrados en los mecanismos moleculares subyacentes a la fisiopatología de la enfermedad.
Acorde con la evidencia, se reconoce que los principales genes candidatos a las ECV, están al menos involucrados en las siguientes vías moleculares:
Sin embargo, los estudios de meta-análisis revelan que son pocos los que muestran, en efecto, una asociación con las enfermedades cardiovasculares. Es importante tener en cuenta que la presencia de estas variantes, no necesariamente tendrá problemas cardiovasculares como hipertensión, niveles altos de colesterol en sangre o arteriosclerosis, pero su riesgo genético, sí puede ser ligeramente mayor que el de una persona que no es portadora de ninguna variación.
La realización de análisis genéticos puede confirmar el diagnóstico clínico de afecciones cardíacas, por eso el diagnóstico genético es importante, precisamente para identificar otros familiares que puedan ser portadores. El diagnóstico genético puede llevar a un diagnóstico temprano, proporcionando medidas preventivas, como hemos comentado en otros artículos. Evidentemente estos análisis genéticos, donde se considera toda la información sobre la mutación, el gen y la enfermedad, nos generan pronósticos cada vez más precisos.
Fuentes:
Organización Mundial de la Salud. https://www.who.int/es/health-topics/cardiovascular-diseases#tab=tab_1
Enfoque genómico en la enfermedad cardiovascular. https://scielo.isciii.es/pdf/nh/v33n1/25_revision2.pdf
Libro de la salud cardiovascular del Hospital Clínico San Carlos. https://www.fbbva.es/wp-content/uploads/2017/05/dat/DE_2009_salud_cardiovascular.pdf
Condicionantes genéticos del riesgo cardiovascular. https://www.aeped.es/sites/default/files/anales/46-1-2.pdf
Genes y variantes polimórficas asociadas a la enfermedad cardiovascular. https://www.elsevier.es/es-revista-revista-colombiana-cardiologia-203-articulo-genes-variantes-polimorficas-asociadas-enfermedad-S0120563314000254