La genética no determina el amor, pero si vuestro bienestar

La genética no determina el amor, pero si vuestro bienestar

por Isabel Gomez

El amor siempre se ha tratado como un hecho mágico, una conexión inexplicable e indescriptible entre seres humanos.

El amor es un sentimiento intrínseco al ser humano, como lo es la felicidad, la tristeza, la compasión o la vergüenza. Según Elizabeth Pillsworth, profesora asistente de antropología evolutiva en la Universidad Estatal de California, el amor apasionado ha existido desde el principio de los tiempos:

"Es difícil decir cuándo pudo haber evolucionado la emoción del amor […] pero no hemos encontrado ninguna población humana en la que parezca estar ausente, ya sea en registros modernos o históricos”.

 

Pese a ser una de las emociones más antiguas, capaz de transcender generaciones, culturas y fronteras, tanto las conexiones que genera como su reciprocidad siguen arrojando muchas incógnitas. Aún así, la ciencia ha intentado resolver muchas de ellas mediante numerosos estudios que han intentado dotar a este sentimiento de fundamentos genéticos que justifiquen dicho magnetismo.

 

 

 ¿Qué relación se ha estudiado entre el amor y la genética?

En esta línea, el estudio realizado en 2006 por Garver-Apgar concluyó que las parejas que tenían genes MHC diferentes (un grupo de genes que ayudan a nuestros cuerpos a prepararse para combatir microorganismos infecciosos) tenían relaciones más satisfactorias que las parejas que tenían genes MHC similares. Estos resultados llevaron a los científicos a creer que los humanos buscamos instintivamente parejas con genes MHC diferentes a los nuestros para que el sistema inmunológico de nuestra descendencia sea fuerte.

 

Yendo un paso más allá, el estudio PLOS ONE, 2019 de la Universidad de Yale analizó cómo interactúan los genotipos de parejas casadas para influir en los resultados de una relación satisfactoria y de calidad a lo largo del tiempo.

 

La conclusión fue que cuando al menos uno de los miembros de la pareja tenía una variación genética conocida como genotipo GG en el gen receptor de la oxitocina (hormona que desempeña un papel en el vínculo social), la pareja tenía significativamente mejor satisfacción y seguridad marital que en parejas que tenían diferentes genotipos. Por lo tanto, en el matrimonio las personas estamos influenciadas por nuestras predisposiciones genéticas y las de nuestra pareja.

 

Existen también varias investigaciones que analizan por qué elegimos un tipo de pareja determinado. Un estudio de 2017 liderado por Matthew Robinson, investigador del Instituto del Cerebro de la Universidad de Queensland en Brisbane, Australia concluyó que nos atraen las personas que son físicamente similares a nosotros en  altura y índice de masa corporal, mientras que el realizado en 2014 por la Universidad de Colorado  llegó a la conclusión de que había menos diferencias en el ADN entre personas casadas que entre dos individuos seleccionados al azar. Así mismo, también existe una tendencia en fijarnos en parejas con una semejanza intelectual y educacional.

 

 

Las investigaciones no concluyen que la genética determine el amor

Aunque los científicos han encontrado hallazgos interesantes sobre las parejas que más funcionan y más nos interesan, y hasta la ficción y las aplicaciones para encontrar de pareja siguen haciendo investigaciones para comprender la compatibilidad y mejorar su algoritmo de éxito entre la conexión entre dos personas; las conclusiones sobre si existe una causa genética que determine el amor y el vínculo entre dos personas no son determinantes.

 

 

La genética sí que determina tu bienestar

Mientras que la genética no determina de quien nos enamoramos, la ciencia sí que ha verificado cómo siguiendo unos hábitos preventivos, predictivos y personalizados según tus susceptibilidades genéticas podemos reducir nuestros riesgos y así alcanzar el bienestar individual.

 

Y es gracias a ese bienestar basado en los pilares de la salud, el deporte, la nutrición, la apariencia, el sueño, la relajación y la sociabilización cuando estaremos conectados con nosotros mismos logrando mayor longevidad para disfrutar con energía de una relación satisfactoria, larga y de calidad.

 

Encontrar aquellos hábitos que nos garanticen dicho bienestar puede ser como buscar una pareja perfecta: una mezcla de concatenaciones aleatorias y golpes de suerte. Sin embargo, si éstos se conectan con al ADN gracias a la ciencia, podemos adquirir unas pautas personalizadas y preventivas a través de un programa de bienestar individualizado basado en un cambio de hábitos que parta de la precisión de un estudio genético y tenga en cuenta el objetivo y estilo de vida.


Celebrad vuestro bienestar de precisión con un 25% de descuento en TAILORYOU

Hasta el 11 de febrero de 2022, celebra que el bienestar personal te ayudará a ti y a quien más quieres en vuestra vida en pareja, regalando un programa de bienestar de TAILORYOU con un 20% de descuento o viviendo la experiencia en pareja con un 25% de descuento eligiendo los 2 programas que más on interesen.