¿Cómo la nutrición de precisión puede prevenir la obesidad?

¿Cómo la nutrición de precisión puede prevenir la obesidad?

por Assumpta Casas

La obesidad es una enfermedad altamente prevalente considerada una pandemia global. Según la OMS, se estima que el 30% de la población padecen sobrepeso/obesidad según su índice de masa corporal (IMC). Es una patología multifactorial (es decir, que tiene causas múltiples) y asociada frecuentemente con la diabetes mellitus tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial, hígado graso no alcohólico, apnea del sueño, algún tipo de cáncer, etc. Todas estas enfermedades son también muy prevalentes hoy en día. Esto supone un gasto económico y social muy elevado.  De hecho, el 13% del gasto a nivel sanitario se destina a tratar la obesidad y sus comorbilidades.

  
 

¿Cuales son las causas de la ganancia de peso?

Popularmente se dice que la ganancia de peso excesiva se debe a una ingesta calórica demasiada alta o a un bajo gasto energético. Aunque hay casos que es así, otros muchos factores como el estrés, la toma de determinados fármacos, un descanso inadecuado, factores socioeconómicos, ambientales, psicológicos o incluso la genética también pueden haber participado en esa ganancia de peso excesiva.   

El tratamiento de la obesidad más común se basa en mejorar los hábitos y estilo de vida de la persona y, si es necesario, utilizar tratamiento farmacológico o recurrir a una cirugía bariátrica. Sin embargo, este enfoque la mayoría de las veces no es siempre exitosa ya que el ambiente obesogénico en sí no es la única razón que provoca la obesidad. Además, las causas y las complicaciones de la obesidad pueden diferir entre personas, lo que hace difícil que se pueda encontrar el tratamiento óptimo para todas ellas.  

 

Genética de una persona puede definir su respuesta metabólica

Gracias a la secuenciación del genoma completo y a los numerosos estudios centrados en la genética, cada vez hay más evidencia científica en relación con las interacciones que existen entre la genética y la nutrición y su relación con la obesidad y otras patologías.  

La genética de una persona puede definir su respuesta metabólica, su estado nutricional y su mayor/menor susceptibilidad por algunas patologías.  

De forma contraria al enfoque de la nutrición más tradicional, en la que todos los pacientes se trataban con las mismas recomendaciones o dietas, la llamada nutrición de precisión considera la variabilidad interindividual que existe entre personas según su genética, su metabolismo, su microbiota intestinal y factores ambientales, con el objetivo de definir el tipo de plan nutricional que mejor se adaptará a su realidad y que, por lo tanto, le ayudaría a prevenir/tratar el exceso de peso.  

 

En relación a la genética, existen 2 tipos de obesidad

  • La obesidad monogénica, la cual está causada por una única mutación que causa un cuadro de exceso de peso o adiposidad. Ésta es la menos común: hay pocos casos, pero son muy severos. Aparecen durante la infancia e implican otros trastornos neuroendocrinos, alteraciones de la conducta y también del desarrollo. Se clasifica según si está causada por alteraciones en el gen receptor de la leptina (hormona que regula la saciedad), el gen de la propiomelanocortina (POMC) o el gen de la melanocortina 4 (MC4R).  
  • La obesidad poligénica, la cual está causada por la interacción de diferentes polimorfismos que interaccionan con la dieta. Es la más frecuente y es más difícil determinar la predisposición a poder desarrollar finalmente la ganancia de peso.  

Centrándonos en la obesidad poligénica, entre un 40-70% de nuestro peso está definido por nuestra genética, ya que hay muchos genes implicados en el metabolismo de los diferentes nutrientes, la regulación del apetito y la quema de calorías. 

Nuestra información genética no la podemos cambiar, por lo tanto, si presentamos una predisposición genética al desarrollo de sobrepeso/obesidad, ese riesgo lo tendremos toda la vida. Sin embargo, la traducción de nuestros genes hasta dar lugar a nuestro fenotipo no es lineal, ya que este proceso se adapta continuamente a una gran variedad de estímulos, como por ejemplo la dieta.

Por lo tanto, no podemos cambiar los genes en sí pero sí que podemos modular la expresión de estos genes “negativos” mediante una nutrición y estilos de vida saludables.

A todos estos factores se les incluye dentro del campo de la “epigenética”, que significa “por encima de la genética” y que son esenciales para definir nuestros rasgos.    

Cuando una persona presenta una mayor predisposición genética a la obesidad o sobrepeso, será importante que cuide su estilo de vida, ya que:  

  • Una baja predisposición genética a desarrollar sobrepeso/obesidad junto con una exposición a factores ambientales de riesgo obesogénicos determinará un bajo riesgo de desarrollar obesidad, al igual que si no estuviese expuesto a éstos.   
  • Una predisposición genética media-alta a desarrollar sobrepeso/obesidad junto con un estilo de vida saludable, causará solo un riesgo moderado de desarrollar obesidad.   
  • Finalmente, si una persona tiene una predisposición genética media-alta y además sus estilos de vida no son saludables, su riesgo para desarrollar obesidad/sobrepeso será alto.   

 

Polimorfismos implicados en el desarrollo de obesidad

Gracias a los estudios de asociación de genoma completo (GWAS) se han podido describir hasta 300 polimorfismos relacionados con rasgos de acumulación de grasa. Sin embargo, individualmente tiene un efecto muy modesto sobre el riesgo de obesidad. El verdadero reto, por lo tanto, es intentar contabilizar qué contribución tienen cada uno de estos genes en el control de peso. Múltiples estudios, proyectos, cálculos de scores o cómputos de predisposición genética se están desarrollando para dar respuesta a este interrogante que nos permitirá realmente entender la predisposición de una persona al desarrollo de obesidad según su genética y estilo de vida.  

De entre los genes estudiados, los genes FTO y MC4R son los dos que están más frecuentemente implicados con el riesgo de obesidad.  

  • El gen FTO (Fat mass and obesity-related transcript), aunque no se conoce del todo su función, está implicado en la regulación de la homeostasis e ingesta energética. El polimorfismo rs9939609 es el predictor más fuerte del IMC y se ha observado que aquellos que presentan el alelo de riesgo A en homocigosis presentan una mediana de 1,5-3 kg más en comparación a los no portadores de este alelo.  Es por eso que alteraciones de este gen también pueden provocar que la persona tenga una menor sensación de saciedad y, por lo tanto, como más de lo que realmente necesita.  
  • El gen MC4R da lugar al llamado receptor de melanocortina 4. Este receptor se encuentra en el hipotálamo y participa en la regulación de la homeostasis energética y el balance energético. Cuando la leptina (hormona de la saciedad secretada por el tejido adiposo) llega al hipotálamo, provoca que se secrete una molécula llamada alfa-MSH, la cual activa este receptor y provoca que se emitan señales de saciedad. Por lo tanto, alteraciones en el gen que dan lugar a este receptor proteico pueden provocar alteraciones en el comportamiento alimentario, la formación del tejido adiposo y la saciedad. 
  • En un estudio publicado en Nature, se encontraron asociaciones entre los individuos homocigotos para el alelo de riesgo del polimorfismo rs12970134 de este gen y mayor perímetro de cintura y resistencia a la insulina. Otro polimorfismo de este gen, el rs17782313 se ha asociado también con la obesidad, ingesta alimentaria y comportamiento alimentario en múltiples estudios de asociación del genoma completo. 

Otros genes que también se han asociado con una mayor predisposición genética para acumular grasa son, entre muchos otros, el gen ADIPOQ y ACSL5.  

  • El gen ADIPOQ es el gen que produce la adiponectina. Esta molécula es una citoquina que se produce a nivel del tejido adiposo y tiene una función clave en la regulación del metabolismo. Entre sus funciones destacan la regulación de los niveles de glucosa y la descomposición de los ácidos grasos para obtener energía a través de ellos. Niveles bajos de adiponectina están asociados a procesos inflamatorios, anormalidades lipídicas y resistencia a la insulina. De hecho, es una hormona que en pacientes con obesidad se encuentra en niveles reducidos. En un estudio que se realizó con 180 voluntarios españoles con obesidad, se observó que los que presentaban el alelo G en homocigosis para el polimorfismo rs17300539 (en comparación a los homocigotos A), tenían mayores niveles de triglicéridos e insulina y mayor resistencia a la insulina. El estudio consistió en seguir una dieta hipocalórica durante 2 meses. Después de la intervención, los participantes con el alelo de riesgo mejoraron todas estas características y perdieron peso, pero después de 8 meses volvían a presentar los parámetros alterados otra vez mientras que los individuos homocigotos A no ganaron peso. Estos resultados dan a entender que aquellos que presentan el alelo de riesgo  para este polimorfismo tienen un mayor riesgo de “efecto rebote” tras seguir una dieta hipocalórica, con lo que será importante que no finalicen drásticamente dietas. 
  • El gen ACSL5 codifica una proteína llamada ácido graso de cadena larga: CoA ligasa 5. Esta proteína permite activar un tipo de grasas para que se puedan utilizar para obtener energía o bien para sintetizar lípidos para nuestro organismo. Según un estudio, el alelo de riesgo C en homocigosis para el polimorfismo rs2419621 de este gen causa que haya una menor activación y transcripción del gen en el músculo esquelético y, por lo tanto, una menor capacidad o facilidad de pérdida de peso en comparación a los individuos que presentan el alelo protector en homocigosis T.  

 

Los hábitos de precisión pueden ayudar a prevenir la obesidad y el sobrepeso 

La genética representa entre un 40-70% del pesose estima que el 30% de la población padece sobrepeso/obesidad y estas patologías están asociadas con enfermedades crónicas no transmisibles. Sabiendo que los factores epigenéticos pueden modular la expresión de los genes del sobrepeso desde TAILORYOU proponemos programas de bienestar de precisión, personalizados y preventivos para evitar estos riesgos genéticos se desarrollen y conseguir un envejecimiento de calidad.  

 

Fuentes:

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